Por Emanuelle Alemar, miembro de la Asociación de Estudiantes de Economía de Ciencias Sociales de la Universidad de Puerto Rico de Recinto de Río Piedras
El empeoramiento de la recesión económica durante el transcurso de la última década ha resultado tanto en una reducción en el ingreso real de los individuos como en una reducción en el nivel de empleo por igual. Esto ha implicado una pérdida de la capacidad para generar ingresos internamente, y por ende, un aumento en la dependencia de fondos externos, especialmente de transferencias federales. Anualmente, el gobierno federal transfiere fondos al gobierno central de Puerto Rico, a municipios y a individuos por concepto de ciertos programas.
El aumento en la dependencia de estos fondos en la última década ha provocado que las transferencias de estos al gobierno central de la isla, a municipios y a individuos por parte del gobierno federal hayan aumentado a razón de 50.9% desde el año fiscal 2007, totalizando $18,151 millones para el 2016, por lo que al gobierno federal le ha costado aproximadamente $6.1 billones el empeoramiento de la actividad económica en la isla que ha redundando en un aumento en la dependencia de fondos federales por parte de esta desde el 2007. Entre los programas por medio de los cuales la isla recibe desembolsos por parte del gobierno federal se destacan el Seguro Social, Medicare, becas Pell, el sistema de retiro federal, beneficios a veteranos y asistencia nutricional. De estos últimos, el que se ha destacado por amortiguar el impacto negativo que ha resultado de la baja demanda laboral y la reducción del ingreso real de los individuos lo ha sido el programa de asistencia nutricional.
Este programa provee una fuente adicional de ingreso exclusivo para consumo de alimentos a aquellas familias que cuentan con bajos niveles de ingreso según estándares específicos geo-demográficos. En la medida en que se reduce el ingreso de las familias e individuos como consecuencia de las pérdidas de empleo y las reducciones salariales, aumenta el número de individuos que cualifica para recibir fondos bajo este programa y por ende aumenta el monto de fondos asignados al mismo por parte del gobierno federal. Por instancia, el monto total de fondos asignados al programa aumentó a razón de 29.6% desde el 2007 debido al aumento de individuos que cualifican para recibir fondos bajo este programa, totalizando $1,907.5 millones en fondos asignados para el 2016, lo que implica los fondos asignados al programa han aumentado a razón de $435.8 millones desde el 2007.
Por otro lado, en este mismo periodo, el empleo asalariado en la isla se contrajo a razón de 21.5%, totalizando 992,000 empleos en el 2016, lo que implica una pérdida de aproximadamente 272,000 empleos desde el 2007. En la búsqueda de una correlación inversa entre el empleo y los fondos federales asignados al programa de asistencia nutricional, hemos estimado un modelo de regresión linear que explica un 90.4% de los cambios en el monto de fondos asignados al programa de asistencia nutricional en base a cambios en el nivel de empleo.
Como se aprecia en el diagrama de dispersión, existe una correlación inversa entre los fondos asignados al programa de asistencia nutricional y el nivel de empleo. A un intervalo de confianza de 95%, el modelo de regresión linear con los fondos asignados al programa de Asistencia Nutricional como variable dependiente y el empleo total como variable independiente es estadísticamente significativo. De la estimación del mismo, se concluye a un 95% de intervalo de confianza por igual que por cada 1 empleo que se ha perdido desde el 2006, el monto de fondos federales asignados al programa de asistencia nutricional ha tenido que aumentar a razón de $1,761.08. Por ende, la pérdida de 272,000 empleos a nivel agregado desde el 2006 ha estado asociada con un aumento de $479 millones en fondos asignados al programa de asistencia nutricional. Por lo que el aumento en la dependencia en estos fondos a medida que la recesión económica se ha agudizado es evidente dado que hay más individuos que cualifican para recibir fondos bajo este programa. En conclusión, a raíz de las medidas de austeridad propuestas en el Plan Fiscal aprobado por la JSF, se podrían anticipar mayores reducciones en el nivel de empleo que redundarían en un aumento en los individuos que cualificarían para recibir beneficios bajo el programa de asistencia nutricional, y por ende, un continuo aumento en la dependencia de estos fondos, cuya asignación anual aumentaría.
