La economía en el 2017

Hace un poco más de una semana recibimos el 2017. Contrario al 2016, recibimos al nuevo año con un poco más de certeza sobre nuestro futuro económico.  El 2016 lo recibimos con la expectativa de que si el Congreso actuaría para atender la crisis fiscal y evitar la implosión del gobierno. El 2017, marca el comienzo de las reformas para sacar a la Isla de su largo período de contracción económica.

En el nuevo año, también estrenamos un nuevo gobierno, que ha prometido trabajar dentro del marco de la realidad y comenzar a implementar un programa de recuperación económica y fiscal. A solo días de asumir la gobernación, el nuevo Gobernador ya ha sometido importantes proyectos de ley y ponía en ejecución órdenes ejecutivas para encarrilar la agenda de gobierno. El arranque de la nueva administración, nos valida el hecho de que al menos, ha comenzado con el pie derecho, reconociendo la gravedad y la urgencia de los retos que enfrentamos.

Desafíos inmediatos

En el corto plazo, la falta de liquidez del gobierno, la emigración de profesionales y la caída en espiral de la economía, son los principales desafíos que tendremos que enfrentar.  También, visualizo como un reto fundamental, la manera en que se integrará el andamiaje de gobierno junto con la estructura paralela de poder, que representa la Junta de Supervisión Fiscal (JSF).

El éxito de la implementación de las reformas, que claramente ha delineado el nuevo ente supervisor de las finanzas gubernamentales, dependerá de que la nueva administración y las fuerzas políticas y civiles, puedan trabajar en estrecha coordinación. Así las cosas, el 2017 será también el año en el que se pondrá a prueba la madurez política e institucional de nuestro sistema, y ver si es capaz de evolucionar a la nueva realidad que representa PROMESA.  Ha quedado bien claro, que las reformas institucionales, fiscales y económicas son impostergables, y que tendremos que enfrentar los costos que las mismas generarán en el corto plazo.

Inversión y producción

Otro reto que percibo en el horizonte, es la rapidez con la que se puedan crear las condiciones para aumentar la inversión privada, componente esencial del proceso de recuperación económica.

El hecho de que el Congreso no vislumbra proveer herramientas para atraer nueva inversión, demandará un alto grado de creatividad del empresariado local, para mover la economía por el lado de la inversión y la producción. El área de mayor oportunidad, está en el desarrollo de alianzas público-privadas para (APP) en el área de la infraestructura. El sistema energético, las carreteras y los embalses de agua, necesitan una inversión combinada de $10,000 millones, para traerlas al sigo 21, y que puedan apoyar el proceso de recuperación.

Por otro lado, el sector privado y el gobierno deben trabajar de forma coordinada en la promoción de la Isla en el exterior, y en el corto plazo, enfocar los esfuerzos en rehabilitar la lacerada credibilidad de la Isla en la comunidad internacional de negocios.  Es indispensable definir una hoja de ruta para darle apoyo a los sectores productivos altamente viables, como lo son la manufactura aeroespacial, la informática, la exportación, los servicios profesionales, la agricultura y el turismo.

En este último renglón, ya la nueva administración, envió un proyecto a la Legislatura (P. de la C. 004), para crear el Destination Marketing Organization (DMO) y encargarle a un ente privado, la promoción de la Isla como destino turístico. Lo que representa un cambio de enfoque para este sector.

Los retos externos

En el ámbito externo, vislumbro que los mayores retos pudieran venir de los efectos de las políticas económicas que implementará la Administración de Donald Trump.  Claramente, el aún Presidente Electo, ha dicho que enfocará una política de proteccionismo comercial para traer de regreso muchas de las operaciones de manufactura que se han ido a Asia y otros destinos.  También ha amenazado con poner altos impuestos de importación (aranceles) a las empresas norteamericanas para forzarlas a producir en Estados Unidos. Esto pudiera representar una oportunidad para la Isla, que pudiera convertirse en una alternativa, si logra reducir los costos de energía y otros costos indirectos, como el sistema de permisos y la burocracia.

Una confrontación comercial con China, a la que Trump acusa de manipular su moneda para promover sus exportaciones a Estados Unidos, pudiera tener graves consecuencias para la economía global.  No olvidemos que China, es el principal comprador de la deuda de los Estados Unidos, que anda por $20 trillones. Habrá que ver lo que el nuevo gobierno decide hacer con Cuba y la política comercial con la región, para ver qué oportunidades surgen para Puerto Rico.

Por último, el multimillonario plan nacional de revitalización de la infraestructura, propuesto por Trump, pudiera abrir alguna oportunidad para que llegue alguna inversión nueva a la Isla, lo que complementaría la inversión local para esos fines.

Abracemos el 2017 como el año en el que, por fin, comencemos a hacer lo correcto por un mejor Puerto Rico.