Huracán Irma impacta la economía por $300 millones

Aún existe en la memoria colectiva de los puertorriqueños los efectos de los dos huracanes previos, Georges (1998) y Hugo (1989), que tuvieron impactos de $6,000 millones y $1,000 millones respectivamente. Irma aún más intenso que los dos previos, de haber cruzado directamente por encima de la Isla, hubiera tenido consecuencias nefastas sobre la ya frágil situación económica.
 
Casi una semana después del paso de “Irma” podemos evaluar el impacto desde varias perspectivas. En primer lugar, interrupción de los negocios. Desde el martes al mediodía casi todas las empresas comenzaron a enviar a sus empleados a sus casas, al igual que el gobierno. El miércoles, durante el paso de la tormenta, la actividad productiva cesó completamente, entre el jueves 7 de septiembre y viernes 8, todavía el país y la economía no han vuelto completamente a la normalidad. Hay sectores como el Viejo San Juan sin servicio de la AEE.
 
Si dividimos el valor del PNB nominal de Puerto Rico para el 2016 de aproximadamente $70,000 millones y entre las 52 semanas, en promedio la economía produce $1,300 millones semanales ($260 millones diarios).
 
Obviamente, no toda la semana se perdió, pues el lunes la economía operó de manera normal, y el jueves, muchos comercios y centros de producción comenzaron a operar, y ya el viernes, muchos negocios y centros de trabajo volvieron a la normalidad.
 
Si asumimos que solo un día y medio, fue lo en efecto fue impactado por el Huracán estimamos que el impacto económico, del evento por concepto de interrupción de negocios debe estar entre los $300 y $400 millones. Eso es por concepto de producción no realizada, salarios dejados de recibir y servicios no realizados. Hay que tomar en cuenta, los efectos de que todavía cerca de 700,000 abonados de la AEE no tienen servicio y 500,000 no tienen agua. Lo que de alguna manera u otra afecta el regreso a la normalidad de muchas personas en rol de producción o de consumo.
 
Desde el punto de vista de costos, no hay certeza de los efectos sobre la infraestructura y otros gastos asociados a este renglón. Tampoco se sabe cuánto dinero federal enviará FEMA para atender las áreas declaradas como Zonas de Desastre, particularmente Vieques y Culebra. Resulta positivo que la agricultura no se afectó grandemente, como ocurrió cuando Georges en el 1998, cuando se perdió gran parte de las fincas de producción de café.
 
La rapidez con la que el país vuelva a la normalidad, y el restablecimiento de los servicios de energía y agua determinará, la capacidad de mitigación de los impactos económicos del Huracán Irma sobre la frágil economía puertorriqueña.