La JSF aboga por la economía

A un año y un mes de haberse creado la Ley Federal PROMESA, la Junta Fiscal (JSF) que habilitó este organismo de supervisión sobre las finanzas del gobierno, acaba de hacer una movida de suma importancia.

 

Como parte del informe anual de progreso que la JSF tiene que someterle anualmente al Congreso y la Casa Blanca, el organismo le solicitó a los poderes políticos de Estados Unidos, acciones concretas sobre desarrollo económico. Doce meses después de comenzar a implementar el mandato de PROMESA, la JSF comienza a entender que la ley como quedó aprobada no atiende la raíz del problema fiscal, que es el agotamiento estructural de la economía.

 

Resulta evidente que la JSF sabe que para resolver la situación fiscal y de endeudamiento, urge que el Congreso provea herramientas para estimular un proceso de desarrollo económico. Sin herramientas que permitan rehabilitar la capacidad de crecimiento de la economía puertorriqueña, cualquier programa de reformas se quedará corto y Puerto Rico continuará agonizando.

 

Al someter estas recomendaciones al Congreso, que es quien supervisa a la JSF, el organismo está dejando para récord, que sin estas herramientas no podrán resolver de forma permanente los problemas fiscales de la Isla.

 

Entre las recomendaciones que ha hecho la JSF, se encuentran reformular las ayudas federales para convertirlas en un programa de créditos por trabajo. Esto es esencial para comenzar a reducir la dependencia en las ayudas federales y comenzar a crear una cultura de trabajo.

 

Este planteamiento, lo hice en mis presentaciones a miembros del Congreso durante el proceso de vistas para confeccionar la ley PROMESA.  De todas las reformas pienso que es de la más importantes para romper con el actual ciclo de estancamiento económico y social del país. Las aspiraciones y posibilidades de desarrollo de Puerto Rico requieren romper con dos paradigmas hoy obsoletos, un gobierno grande y, intervencionista y un estado paternalista que desalienta el trabajo.

 

La JSF también abogó por desregular todo lo relacionado al transporte aéreo y marítimo, con el fin de potenciar el comercio internacional de Puerto Rico. De hecho, el Senador John McCain volvió a presentar legislación para eliminar las leyes de cabotaje.

 

Reconociendo las ventajas competitivas de la Isla en el renglón de la manufactura, la JSF propuso al Congreso apoyar la creación de un centro global de producción e innovación biotecnológica en la Isla. El organismo federal también abogó por el mejoramiento del sistema energético y el apoyo del Servicio de Rentas Internas Federal para ayudar al Departamento de Hacienda, en la fiscalización de los recaudos.

 

Hay otras recomendaciones, igualmente importantes todas dirigidas a potenciar desarrollo económico en el marco de las reformas fiscales e institucionales que promueve la JSF.  Me parece que es importante entender que el organismo federal comienza a ejercer el liderazgo para implementar los cambios necesarios que definirán el país que tendremos por las próximas décadas.  La JSF nos ha abierto una puerta importante, para reforzar el mensaje al Congreso, de que cumpla su promesa y nos provea las herramientas para resolver nuestra crisis de una manera exitosa.