Más Desigual la Distribución del Ingreso Neto a Raíz de la Recesión

Por: Emanuelle Alemar, miembro de la Asociación de Estudiantes de Economía de Ciencias Sociales, Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras


 

La  actual crisis económica que enfrenta Puerto Rico a raíz de la recesión que dio comienzo en el 2006 y que luego se tornó en depresión en el 2010 a raíz del conocimiento de que era un problema estructural y no cíclico se ha visto manifestada tanto a través de pérdidas de empleo masivas y reducciones en el poder adquisitivo de los individuos, como también en una distribución más desigual del ingreso neto nacional.

 

El ingreso neto nacional es la suma de las compensaciones a empleados (salarios generados por los trabajadores) y los ingresos procedentes de la propiedad (rendimientos de capital generados por los dueños de las empresas).  Desde el comienzo de la recesión económica en el 2006, el ingreso nacional neto de la isla ha aumentado a una tasa promedio anual de 1.3% y en 12.6% en total desde el 2007, totalizando $55,457.1 millones para el 2016, lo que implica un aumento de $6,202.7 millones desde el comienzo de la recesión.  Este aumento significativo en el ingreso nacional neto de la isla ha sido propiciado por un aumento significativo de los ingresos procedentes de la propiedad a razón de 40%, los cuales totalizaron $26,617.4 millones en el 2016, lo que implica que los dueños de empresas han generado $7,597 millones en nuevos rendimientos de capital desde el 2007 a pesar del empeoramiento de la crisis económica. Por otro lado, el otro componente del ingreso nacional neto, las compensaciones a empleados o salarios generados por los trabajadores se han reducido a razón de una tasa promedio anual de -0.5% para una reducción total de 4.6% desde el 2007, totalizando $28,839.6 millones para el 2016, lo que implica que desde el 2007, los trabajadores han dejado de generar $1,394.6 millones en salarios.

 

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Por lo que a medida que ha empeorado la crisis, los rendimientos de capital de las empresas han aumentado, mientras que los salarios de los trabajadores se han reducido, implicando una distribución desigual del ingreso neto a nivel agregado.

 

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 Por instancia, la proporción de rendimientos a salarios o ingresos procedentes de la propiedad a compensaciones a empleados, la cual mide cuanto generan los dueños de las empresas por cada dólar en salarios que generan los trabajadores, se situó en 92% en el 2016, aumentando a razón de 29 puntos porcentuales desde el 2007.  Esto implica que mientras en el 2007 los trabajadores generaban $1.59 en salarios por cada dólar generado por los dueños de empresas, en el 2016 los trabajadores generaron apenas $1.08 en salarios por cada dólar generado por los dueños de empresas, por lo que desde que comenzó la recesión, el salario de los trabajadores se ha  reducido a razón de un 32% relativo a los rendimientos de capital o 51 centavos menos en salarios por cada dólar que han generado los dueños de empresas en ganancias.

 

Esta ampliación en la brecha de ingresos entre los empleados y propietarios de las empresas, la cual se ha reflejado mediante una reducción en los salarios paralela a un aumento en los ingresos procedentes de la propiedad, puede ser explicada por medidas de reducciones en los costos operacionales de las empresas reflejado por un aumento de un 80.3% en las ganacias sin distribuir de las empresas desde el 2007.  A la vez puede ser explicado por un aumento a una tasa promedio anual de 4% en el ingreso procedente de renta de propiedades para un incremento total de 40%  desde el 2007 como consecuencia del creciente patrón de devaluación de las propiedades y ejecuciones de las mismas que propicia los alquileres y desestima las compras y aumentos en los subsidios otorgados a las empresas a razón de 4.5% desde el 2007.  Por otro lado, la reducción en los salarios pudiera ser explicada por reducciones en el número de personas empleadas a razón de 21.5% o 272,000 empleos desde el 2007 hasta el 2016.

 

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 A raíz de la aprobación de medidas de flexibilización laboral en la empresa privada y el gobierno, se podría vislumbrar una continua reducción en los costos de nómina que redundaría en reducciones en las compensaciones a empleados y por ende una continua ampliación de la brecha de ingresos entre los dueños de empresas y los empleados.