Por: Emanuelle Alemar, estudiante de la Asociación de Estudiantes de Economía de Ciencias Sociales de la Universidad de Puerto Rico Recinto de Río Piedras
Entre las industrias que han logrado subsistir en medio de la actual recesión económica que comenzó en el 2006 se destaca la industria cooperativista. Esta industria es aquella compuesta mayormente por las cooperativas de ahorro y crédito, las cuales, a diferencia de los bancos comerciales, han experimentado incrementos en el valor de sus activos desde el inicio de la recesión en el 2006.
El valor de los activos de las cooperativas ha aumentado a una tasa promedio de 3.1% por año desde el 2006, mientras que el valor de los activos de la banca comercial se ha reducido a una tasa promedio de -4% desde el 2006. Por otro lado, la brecha entre los activos y obligaciones, lo cual es la posición neta o activos netos, ha aumentado a una tasa promedio de 3.7% por año para las cooperativas, mientras que para los bancos ha aumentado a una tasa promedio de 1.7%, lo que implica que el valor de los activos netos de las cooperativas se ha expandido a una tasa mayor en proporción a aquel de los bancos.
Esto puede ser explicado por la reducción en el valor de los activos de la banca como consecuencia la reducción en la actividad prestataria por causa de las expectativas de crecimiento negativas y los menores rendimientos de préstamos por causa de la baja tasa interbancaria impuesta por la Reserva Federal. Como se aprecia mediante estos indicadores, la industria ha mantenido su robustez a pesar del continuo empeoramiento de la actividad económica en los últimos años. Pero cuando se incorporan otras variables, se vuelven evidente que esta última ha sido trastocada en otros aspectos. Por instancia, entre el 2014 y 2016 los depósitos se redujeron a razón de -2.7%, totalizando $5, 628,202 para el 2016, lo que implica que se perdieron $156,672 en depósitos con respecto al 2014.
En lo que consta la proporción de préstamos a depósitos, que indica cuanto prestan las cooperativas por cada dólar depositado en estas, la misma se situó en 83% para el 2016, lo que implica que por cada dólar depositado en las cooperativas, estas prestaban 83 centavos. Desde el 2006, esta proporción se ha reducido a una tasa promedio de -1.4% por año, lo que implica que a medida que ha empeorado la actividad económica, las cooperativas han prestado cada vez menos de lo que reciben en depósitos por causa del aumento en el riesgo de impago dadas las expectativas de crecimiento cada vez más débiles. Por otro lado, el deposito promedio por socio al año totalizo $5,734.02 en el 2016, lo que implica una reducción a razón de -5.3% desde el 2013, año en el cual totalizó $6,094.69. Esta reducción en el depósito promedio por socio pudiera estar asociada con una reducción de un -3.3% en los salarios y de -1.9% en el empleo entre el 2013 y 2016. Por instancia, la devaluación de los bonos del gobierno ha resultado por igual en un aumento en la incertidumbre con respecto al futuro de un sector de la industria cuya cartera de inversiones se componía mayormente de dichos bonos.
A raíz del empeoramiento de la actividad económica que resultaría de la imposición de medidas de ajuste fiscal propuestas por la Junta de Supervisión Fiscal y la actual administración, las cuales se espera que a corto plazo resulten en reducciones mayores en el nivel de empleo y salarios, se podría anticipar mayores reducciones en el depósito promedio por socio y una reducción en los préstamos por parte de estas instituciones por causa del creciente nivel de riesgo de impago.
