Por Nicole Martínez, ex-presidenta de la Asociación de Estudiantes de Economía de Ciencias Sociales (AEECS)
El primer centro docente que ha servido a Puerto Rico por 114 años se encuentra en una coyuntura histórica. Dadas las condiciones fiscales en las cuales se encuentra el país, la Universidad de Puerto Rico no ha sido la excepción a la hora de sufrir las consecuencias de medidas de austeridad que se prevén afectarán a toda la isla. El Gobierno de Puerto Rico ha señalado la necesidad de que la UPR recorte su presupuesto para poder atemperar el déficit de 68mil millones que adeudamos a nuestro acreedores.
Actualmente, la Junta de Control Fiscal recomienda que la Universidad de Puerto Rico recorte su presupuesto en 300 millones, aproximadamente un 30% del presupuesto total de la institución. No obstante, el pasado 22 de febrero se hizo pública una copia del Plan Fiscal de la Universidad. En el mismo se propone disminuir los fondos de los cuales goza la institución en 150 millones. Este monto incluye las proyecciones del dinero que se ahorraría la institución al implementar la Matricula Ajustada a los Ingresos (MAI) que ha sido tan sonada. Por lo tanto, las consecuencias de un recorte de tal magnitud merecen ser discutidas y examinadas con rigurosidad.
Dentro del Plan Fiscal propuesto por la Junta Universitaria entre algunos recortes que afectarían a la UPR se encuentran: un ajuste presupuestario de la Junta de Gobierno y de Administración Central, un ajuste al presupuesto de materiales y arrendamiento de equipos, un ajuste al presupuesto de Plaza Universitaria, entre otros. Otra propuesta incluida en el plan fiscal incluye una reducción de 20% a las exenciones de matriculas de las cuales gozan los estudiantes universitarios.
La nómina de los empleados del primer centro docente del país también se verá afectada. Se propone un ajuste de las plazas vacantes docentes y no docentes, un ajuste del bono de navidad en un 47% en dicha partida, un ajuste a la aportación patronal al plan médico de los empleados, entre otros. Un 75% del presupuesto designado a las plazas vacantes será eliminado de implementarse el Plan Fiscal que se propone. Las ayudas económicas al personal docente y no docente será completamente erradicado, por lo tanto, los empleados que gozaban de exención de matricula ya no recibirán dicho beneficio.
Un tema que no se propone en el borrador del Plan Fiscal de la UPR es la consolidación de recintos. La única alusión a reestructurar fondos dirigidos a recintos se encuentra en la propuesta de ajustar el presupuesto operacional del Instituto de Aeronáutica y Aeroespacial de Aguadilla y un ajuste presupuestario operacional del edificio de Ciencias Moleculares, el primer y único edificio en Puerto Rico dedicado a la investigación científica.
Lamentablemente, quienes mayormente se verán afectados por las medidas que se pretenden implementar son los profesores y estudiantes de la Universidad de Puerto Rico. Los empleados de la institución en estos momentos sólo gozan de una aportación de la institución de un 45% a su Seguro Social y sus beneficios marginales sólo siguen reduciéndose. En cuanto a los estudiantes, ya estos experimentan pocas secciones para poder concluir su grado, condiciones de aprendizaje sub pares y ahora se ven amenazados con tener que pagar más por una educación que sólo va en picada.
¿Qué será de la UPR?
