Implicaciones económicas del “Brexit”

 

La salida del Brexit ocurre en un momento crítico para la economía global. La desaceleración de la economía China (segunda economía más grande del mundo), ya de por sí es un elemento potencialmente desafiante para la economía mundial. Por otro lado, Rusia y Brasil experimentan recesiones que afectan a sus respectivos entornos económicos.

La salida de Gran Bretaña de la Unión Europea (UE) luego a raíz del referéndum del 23 de junio de 2016, abre un nuevo escenario no solo para la economía del bloque europeo, sino para el resto de las economías. La UE un bloque político-económico de 28 estados europeos fundado en 1993, parece enfrentar ahora su mayor desafío desde la crisis de la economía de Grecia en el 2010, cuando surgió la posibilidad de que Grecia abandonara la UE (Grexit).

La salida de la tercera economía más poderosa de la UE, detrás de Alemania y Francia, con Producto Interno Bruto (PIB) de 2.7 trillones (valor en dólares), puede abrir un proceso para que otros países con movimientos nacionalistas y separatistas hagan lo mismo. Ya se habla de que el movimiento nacionalista francés haga lo mismo, toda vez que la líder nacionalista Marine Le Pen ha expresado su preferencia hacia ese cambio.

Lo ocurrido en Gran Bretaña, puede darle fuerza a los que favorecen que Grecia salga también de la UE, especialmente por las fuertes condiciones que se le impusieron para el rescate fiscal reciente. En Italia, Holanda, Austria, Finlandia, Dinamarca e Italia, también hay movimientos políticos nacionalistas que esbozan un fuerte discurso xenofóbico, que pudieran cobrar mayor fuerza para impulsar consultas a favor o en contra de la permanencia en la UE.

De ocurrir un “contagio” del Brexit en el resto de Europa, se crearía un clima de inestabilidad política y económica dentro de la principal economía del mundo como bloque, con un PIB conjunto de $18.5 trillones (14.3 trillones de euros). Este clima de incertidumbre pudiera afectar el resto de la economía mundial en la medida en que ya la tercera economía del mundo China ($13.9 trillones), ya se encuentra en un proceso de desaceleración. Este escenario, deja a Estados Unidos como la economía con el mayor grado de responsabilidad en cuanto al liderazgo de mantener la estabilidad y el crecimiento económico global. El problema es que, a raíz de la globalización, la interrelación económica y comercial es de tal magnitud que los procesos dentro del resto de las potencias económicas, afecta a todas las economías. Nos guste o no, estas son las externalidades del proceso de integración económica global que lleva ya varias décadas.

En cuanto a la estabilidad de Estados Unidos, dependerá del resultado de las elecciones de noviembre. Ya el candidato por el partido Republicano se ha expresado en que de ser electo implementará políticas proteccionistas y ha dejado ver una visión nacionalista y anti-inmigrante muy similar a la que llevó a Gran Bretaña a separarse de la UE. Una victoria de Trump pudiera crear un clima de inestabilidad económica en Estado Unidos, algo poco deseable tomando en cuenta las actuales condiciones de la economía global.

En resumen, el Brexit impone un nuevo reto en la economía global, provocará nuevas turbulencias en los mercados bursátiles globales que ya cayeron significativamente luego del resultado de la consulta. Esperemos que el contagio no descarrile el ya frágil crecimiento económico mundial para el 2016 y 2017.